Es el conjunto de aquellas características que una sociedad considera convencionalmente como hermoso o atractivo, sea en una persona u objeto. Es históricamente variable y no es común a las diferentes culturas. Esta belleza del atractivo personal es lo que ha atraído el interés de múltiples pensadores a lo largo de toda la historia.
La evolución del canon de belleza femenino a través de los tiempos:
Mientras muchas mujeres hacen verdaderos sacrificios con dietas y horas de gimnasio demenciales para entrar y mantenerse en una talla 36 y así ajustarse a los cánones de belleza impuestos por el mundo de la moda, otras muchas han tirado la toalla y sueñan con despertarse algún día en el siglo XVII, donde las mujeres rollizas eran de lo más apetitosas y anheladas. Rubens nos lo dejó bien claro.
Al igual que las modas y las costumbres, el canon de belleza femenina a tenido una marcada evolución a través de los siglos. Hemos pasado de venerar cuerpos regordetes y pieles de porcelana a querer tener la más oscura de las teces cubriendo nada más que un montón de huesos.
Ya desde la prehistoria, los hombres preferían a las mujeres de grandes senos y caderas anchas, puesto que se asociaban a la fertilidad, la abundancia y la capacidad de parir y criar hijos sanos y fuertes.
En el Renacimiento, no hay más que fijarse en las pinturas de los artistas de la época: cuerpos redondeados, manos y pies finos, pechos pequeños y firmes, tez banca y mejillas sonrosadas, labios rojos, cabello rubio y largo, frente despejada y ojos grandes y claros. Modelos de la mujer ideal: La Venus o la Primavera de Boticcelli, la Monalisa de Leonardo DaVinci…
En el Barroco, se empiezan a estilar cuerpos más rellenitos: caderas más anchas y cintura estrecha, brazos redondeados y carnosos, piel blanca y pechos más llamativos que son resaltados por los corsés. Además, la figura femenina se embellece con las populares pelucas, los perfumes, los lunares postizos o pintados, los corsés de infarto, los encajes… Un dato, la palabra ‘maquillaje’ data de esta época. Modelo de mujer ideal: Las tres Gracias, de Rubens.
Época victoriana, Lo que verdaderamente llama la atención de ésta época es el uso de los corsés para estrechar al máximo la cintura y realzar el busto y las caderas. Estos apretados elementos dejaban sin aliento a muchas mujeres, provocando desmayos o incluso la muerte por la deformación del tórax, que acaba estrujando los órganos vitales. Modelo de mujer ideal: Cualquier mujer con un corsé bien apretado pero que aún estuviera viva.
El siglo XX: El canon de belleza femenina lo marcan las caricaturas del dibujante Charles Gibson. La Gibson Girl es el ejemplo a seguir por las jovencitas de la época: sumisión y obediencia complementado con pechos altos, caderas anchas y nalgas prominentes. Modelo de la mujer ideal: Las Chicas Gibson.
Años1450:La exuberancia femenina se apodera de las pantallas. Curvas marcadas, voluptuosidad, piernas infinitas, huesos bien forrados, cabellos rubios… Pero a su vez, los cuerpos pequeños y delgados –niñas con cuerpo de mujer- tipo Lolita, también causaban furor, aunque era menos público debido a sus connotaciones pedofílicas. Modelo de la mujer ideal: Marilyn Monroe, Sara Montiel… y en el lado opuesto, Hayley Mills, Audrey Hepburn o Sue Lyon en Lolita.
Años 1990: Las mujeres siguen evolucionando en delgadez y pechos grandes y la cirugía estética ayuda a moldear los cuerpos de las que se quedaron en el camino. Grandes o enormes pechos, cuerpos delgadísimos, labios y pómulos prominentes… Asimismo, las mujeres se quedan físicamente estancadas en los treinta y tantos, gracias a las operaciones que estiran la piel para hacer desaparecer las arrugas. Destacan los cabellos oxigenados, las pieles morenas y las prendas que dejan bien poco para la imaginación. Modelo de la mujer ideal: Pamela Anderson, Claudia Shiffer…
Hoy en dia, si creíamos que las mujeres ya no podían estar más delgadas y operadas, estábamos equivocados. Una nueva generación de modelos esqueléticas (empujadas por las grandes firmas y diseñadores de moda) ha plantado un canon de belleza femenina demencial e insano. Señal de que la sociedad está perdiendo la chaveta. Vemos desfilar en pasarelas y posar para revistas a auténticos esqueletos con pulso bajo el pellejo, cuerpos tan delgados que parecen sacados de un campo de concentración nazi. Modelo de mujer ideal: Kate Moss, Angelina Jolie, Megan Fox, Michelle Jenner…
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